Una reina
Se pelea con su cocinero
Porque la sopa de alcachofas
Le quedó incomible, según ella
La reina se encierra en su pieza
Profundamente deprimida
Pone música fuerte
Y se droga
Recuerda
Cuando ella y el cocinero
Fueron novios en secreto
Antes de envejecer
Para calmar su dolor
La reina decide
Salir a comprar comida
Durante el viaje
No despega la cara
De la ventana del carruaje
Que heredó de su abuelo
Uno de los dos soldados que la acompañan
Cree ver lágrimas en el rostro de la reina
Dejando líneas de humedad en el vidrio
El carruaje se estaciona frente a un restorán chino
Luego de seis segundos de silencio
La reina hace como se sorprende
Exclama Wow
De inmediato piensa
¿Por qué dije Wow?
Uno de los soldados
El mas joven
El mas tierno
Le abre la puerta del carruaje
La reina extiende sus brazos
Esperando descender
Con el mínimo esfuerzo
El soldado menos tierno
Y mas tímido
Cree notar en la mano de la reina
Un leve temblor
Que no había tenido antes
La reina camina con cuidado
Observa la calle
Los faroles
Los negocios
¿Está bien, mi reina?
Le pregunta el soldado
Sí, dice ella
Y de inmediato piensa:
Todos se dieron cuenta que estoy mintiendo
Pero no importa
Soy una reina y puedo mentir
Cuando la reina cruza el umbral
Siente la diferencia del aire
Entre las calles
Y el restorán chino
Adentro es más denso que afuera
Aunque afuera hace más frío
Que extraño
Piensa la reina
Pero ya estoy adentro
Sí
Aquí estoy
La reina ve una pared amarilla
Con dragones rojos que luchan armónicamente
Ve una pecera con peces naranjos
Ve una lámpara desproporcionada
Y ve a un hombre detrás de una mesa
Está mirando tele
Siente olor a comida y se pregunta
¿Aquí vienen mis soldados
Cuando no comen de mi mano?
Despúes de seis segundos de silencio
La reina piensa
Wow
¿Por qué estoy pensando tanto en esa palabra?
Wow
¿Será una palabra china?
No entiendo porqué ese chino
No me dice nada
¿No sabe que estoy aquí?
¿Me habré hecho invisible
Y no me di cuenta?
Excuse me
Grita la reina
El hombre no parece sorprendido
Observa a la señora
Disfrazada de reina
Que está frente a él
Se miran fijamente a los ojos
La reina intenta leer la mente de ese hombre
Pero el hombre mantiene bien ocultas
Sus opiniones y sentimientos
El hombre ve que la señora vestida de reina
Le murmura algo
A un hombre vestido de soldado
El hombre soldado se acerca
Pide la carta de comida
La sostiene con sus manos
Frente a la cara de la reina
Lee cada detalle del menú
Y delibera
Quiero una de cada cosa
Que preparan ustedes
Los chinos que viven en mi país
El hombre exclama algo en chino
La reina no entiende
La escena se repite
La reina dice
Quiero una de cada cosa
Que preparan ustedes los
Y el hombre la interrumpe
Para decir las mismas cosas chinas que dijo antes
Pero un poco mas exasperado
Cuando se caya
El hombre siente un cambio en la energía del lugar
Los soldados se asustan
Sobre todo el mas joven
Que intenta esconderse detrás del otro
El hombre entiende que la reina está enojada
Porque el soldado mas tierno
Intenta tranquilizarla
¿Qué está pasando?
Dice el hombre en chino
Y la reina manda a cortar su cabeza
El soldado menos tierno
Y más tímido
Se niega a hacerlo
¿No estará exagerando?
Le pregunta a la reina
Dirigiéndole su mirada
Por primera vez en la vida
La reina ordena la cabeza de ese soldado
El otro soldado
Obedece
Y corta la cabeza del mas tímido
Con un sablazo fino
Que no le causa mayores complicaciones
La sangre del soldado tímido
Salpica las paredes
Las alfombras
Y la cara del hombre
El hombre se enoja
No se asusta
Grita cosas en chino
Y de una puerta salen tres chinos rapados
Con sables de acero en sus manos
Uno de ellos
En perfecto inglés
Dice
Nosotros los chinos rapados
Nos obligamos a tener respeto por uno mismo
Y por los demás
Entrenamos la mente
Y el espíritu
Antes que nuestras habilidades de lucha
Para matar solo a los que se lo merecen
Y pueden defenderse
Los chinos rapados
Saltan contra el soldado vivo
Uno lo retiene por la espalda
El soldado nunca antes
Se había sentido tan vulnerable
El otro chino rapado
Le entierra el sable justo en el corazón
Es un sablazo delicado
Tampoco le trae mayores complicaciones
El otro chino rapado
Corta la cabeza de la reina
Quien no alcanza a decir Wow
Ni a darse cuenta
Que nunca estuvo enamorada del cocinero
La sangre de la reina
Y del corazón del soldado
Salpica las paredes
Las alfombras
Y la cara del hombre
Que ahora grita otras cosas en chino
De la misma puerta
De donde salieron los chinos rapados
Entran dos mujeres chinas
Recogen los cuerpos
Y los llevan a la cocina
Los chinos rapados
Hacen una reverencia al cielo
Luego a ellos mismos
Y se retiran
En la cocina
Cortan el corazón del soldado tímido
En trozos del porte de un dedo pulgar
Los fríen en aceite de maravilla
Y hacen arrollados primavera
El cuerpo del otro soldado
Lo usan como alimento
Para sus perros de mascota
Y la cabeza de la reina
La cuecen en una olla
Hasta que la carne se pone tierna
Es decir
Hasta que se comienza a disolver en al agua
Entonces con sus manos
Separan los huesos
Cerebros y ojos
Dejan aparte las mejillas
La piel de la frente
Y el cerebro
Y los sirven con ensaladas
Al hombre que atendió a la reina
que ahora está descansando en la cocina